Fundada en 1897, fue la primera ciudad planeada en Brasil, sustituyendo Ouro Preto como capital del Estado de Minas Gerais.
Caracterizada por esa mezcla perfecta entre tradición y modernidad, Belo Horizonte es hoy una de las mayores metrópolis del país y uno de sus destinos más fascinantes del Brasil tierra adentro. Es también una de las ciudades con mejor calidad de vida en América Latina, donde la cultura se respira a cada paso. Parques limpios, edificios contemporáneos, tesoros históricos, compras y gastronomía sofisticada y la mayor cantidad de bares por cabeza en todo el país, esta polifacética ciudad sorprende a cada paso.
Esta hermosa ciudad es conocida por ser la entrada a todo el patrimonio colonial del Brasil, como Congonhas, Diamantina, entre otras. Conserva el estilo minero en sus comidas y tradiciones y además cuenta con una excelente infraestructura hotelera y turística, y una entretenida oferta de vida nocturna, con diversión para todos los gustos.
Cuenta también con áreas naturales para conocer, como la Sierra do Curral donde se pueden realizar cabalgatas y el Parque das Mangabeiras. También se destaca por sus variadas ferias artesanales, como la Feira de Arte y Artesanato, que se realiza en la calle principal todos los domingos y también en la oficina Mao de Minas para observar la belleza de los artículos producidos por los mineros.
En Belo Horizonte se desarrollan se encuentran muchas manifestaciones culturales y artísticas, como las obras del famoso arquitecto Oscar Niemeyer en el Conjunto Arquitectónico da Pampulha, que cuenta con un lago artificial y las construcciones Casa de Baile, Iglesia de Sao Francisco, el Museu de Arte, Mineraio, Club de Yates, entre otros importantes edificios de la ciudad, en los que se destaca la presencia de elementos neoclásicos. También vale la pena visitar el Palacio das Artes, dentro del Parque Municipal, donde se exhiben obras de importantes artistas brasileños y cuenta con dos salas de espectáculos y una de cine.
Se encuentran también muestras palentológicas como cavernas con pinturas rupestres, como Grupa Rei do Mato, Maquiné y Lapinha, además del Parque Natural de Caraca y Parque Nacional da Sierra do Cipó, con hermosa flora y fauna de la zona.
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